viernes, 20 de noviembre de 2009

Una habitación con vistas


















El mejor lugar para soñar es el alféizar de una ventana. Quiero creer que todavía hay personas que se apoyan en ellos para mantener vivos sus sueños, que suspiran por éstos asomados a algún balcón. Que pierden la mirada en el horizonte distante y, sin embargo, ven sus deseos más cerca que nunca. Una ventana es la puerta abierta a nuestros proyectos, el camino más despejado hacia nuestros anhelos. Es el hueco por el que entra la luz y se desvanece la oscuridad.
Por las ventanas podemos fugarnos a un lugar mejor pero también podemos mirar hacia el cálido interior que nos cobija y sentirnos protegidos y afortunados por estar en este lado. En algún lugar hay gente saltando por una ventana, fisgando por algún portillo furtivo o simplemente, abriendo un postigo y dejando que se cuele el aire fresco… Y en algún alféizar se habrá posado ahora mismo algún tordo silencioso o los brazos de algún pobre soñador, mientras los dos otean a la vez las hojas cobrizas de algún árbol perdido en la distancia.




FRASIER: Oh Niles, ¿te acuerdas? Por las noches nos escapábamos por aquí…
MARTIN: ¿en serio? Eso no lo sabía
FRASIER: Claro, papá, nos íbamos a buscar chicas y a tomarnos unas copas.
[…]
NILES: Frasier, ven un momento. No buscábamos chicas, íbamos a ver cine extranjero.
FRASIER: ¿Crees que papá quiere oír eso? ¡Ten un poco de piedad!

3 comentarios:

CAMUÑO dijo...

Maravilloso...
Por cierto, de dónde has sacado las fotos?

Mary dijo...

me han entrado unas ganas terribles de ver las estrellas desde mi ventana

Raquel Bazán dijo...

Exacto lo que pienso sobre las ventanas. Ese estar desde dentro con la posibilidad de contemplar el mundo más allá...
Me encantan. Te felicito por expresarlo en forma tan hermosa.