jueves, 5 de noviembre de 2009

Sobre ruedas anda el juego


Lo de las bicis en Madrid es como la multiplicación de los panes y los peces. Hace un año éramos cuatro monos los que pedaleábamos por la ciudad, pero ahora te salen ciclistas por todas las esquinas, detrás de cada arbusto, entre los coches, por las aceras, por la calzada... El Madrid Bike Tour 2009 que se celebrará este domingo lo ha dejado bien claro: en dos horas se agotaron las 8000 plazas para participar. Los afortunados correrán bajo el lema ‘Disfruta y muévete sólo con tu energía’. Lo bueno, que ya no somos un puñado de colgados, ahora lo de ‘bicicletear’ se ve como una práctica sana y sostenible. El problema es que las calles de la capital son como un campo de minas, solo que en vez de explotar te puedes caer en una zanja. Eso si no te atropellan los que van haciendo rally, porque conductores de esos llamados prudentes hay pocos en Madrid. Aquí todos son licenciados en ‘a ver quién arranca el primero’, o ‘a ver quién pita más fuerte’. Eso sí, a destreza no les gana nadie. Yo admiro a los conductores madrileños, quiero ser como ellos. Cuando voy en bici, sin embargo, me dan pavor. Por eso opto por invadir las aceras, con cuidado de no arrollar a los viandantes.

Pero es como siempre, si eres peatón odias a los conductores; si eres conductor, te apetece atropellar a algún que otro idiota que se perdió Barrio Sésamo el día de los semáforos. Y si eres ciclista odias a todo el mundo. Por eso hay tantos gilipollas sobre dos ruedas, que se creen los favoritos de la DGT… lo peor es que ciertamente son los predilectos de Pere Navarro. Sin embargo, me parece que hay más conductores que odian a los conductores, sobre todo los que se quedan encerrados tras la inoportuna doble fila. La otra opción es usar el transporte público, lo que me recuerda que a veces los autobuseros son como los taxistas: tienen un carril para ellos solos pero meterse entre los chirimbolos esos de plástico tiene que ser como lo de entrar en boxes a 300 km por hora, o sea, lo hacen una vez cada cinco vueltas y el resto del tiempo te toca compartir con ellos la aventura del tráfico urbano. De los motoristas mejor no hablar.

Para estar hablando de la tercera área urbana más poblada de la UE no vamos mal servidos de anillos verdes y espacios naturales. De hecho, Madrid cuenta con 70m² de zonas verdes por habitante, por los 20 m² de media en Europa y es la segunda ciudad del mundo con más árboles, sólo por detrás de Tokio. Ese dato siempre lo tengo en cuenta cuando respiro hondo.
Volviendo a lo de las bicis, digo que cada vez hay más por una razón sencilla y muy empírica: ahora el vallado metropolitano está sembrado de bicicletas atadas con cadenas y es como pararse en el escaparate del Decathlon. Tenemos mountain bikes, bicicletas de paseo, plegables, de trekking, de campo, de ciudad… a veces en las puertas de los colegios hay catálogos completos de triciclos, son los futuros jinetes del asfalto.

Contra lo que no se puede luchar, desgraciadamente, es con la accidentada orografía madrileña. Montaña arriba, montaña abajo, cuesta aquí y cuesta allá. Madrid es la capital del reino (del reino del coche), y por si fuera poco, el relieve está plagado de lomas y vaguadas. Pero todo lo que sube, baja y tampoco es como si la ciudad fuera el puerto del Tourmalet, asi que pedir carriles bici no es un desvarío caprichoso, sino una exigencia razonada y necesaria, que uniría retiros y casas de campo con parques y dehesas… Además, cuando llegas a la cima de algo siempre te sientes triunfante. Si además la cumbre coronada tiene vistas a la Sierra, el logro es doble, el paisaje supremo y la felicidad completa.


NILES: Mira estas máquinas, Frasier, ¡son bicicletas! No te separa nada del suelo más que el propio suelo.
FRASIER: Sí, pero si un niño de cuatro años monta, ¡nosotros también!
NILES: ¡eso dijimos a los seis!

4 comentarios:

Mavi dijo...

A Madrid aún le queda muxo para alcanzar el nivel "bicleteiro" de otras ciudades europeas...una lástima!!!

Isabel Grande dijo...

Ya te vale con los comentarios de Fraiser!!! No había leído nunca tu blog, me gusta un monton!!!

Anónimo dijo...

No me parece nada lógico y normal que usted critique de dicha manera la depredadora manera de conducir por Madrid, ni mucho menos al colectivo motorista, cuando son ellos la única, y digo ÚNICA solución respecto a la descongestión del tráfico, y a la contaminación atmosférica de la capital. Podríamos fijarnos más en actos como los que tiene el señor R.Gallardón, tan criticado por sus obras, cuando es el unico que mira y actúa a favor de un colectivo respetuoso, como por ejemplo, instalando las posiciones adelantadas para motoristas en los semáforos, o dejándonos circular por carriles especiales como el BUS. Y si del tráfico hay que hablar, hablemos de desgraciados como el señor director de la DGT. La capital es eso, la capital, y la bici es eso, una bici. Madrid no tiene un corazón como puede tener Santiago o Toledo, que admita con su ritmo a ciclistas entre la feroz fauna de la potencia y la velocidad. Si quiere ser ciclista en Madrid, vaya usted al Retiro o la Casa de Campo. Por el contrario, siga usted soñando y luchando por la utopía, ese horizonte lejano, que por más que se camine hacia él, nunca deja de alejarse.

Mary dijo...

Arriba las bicis!